Pasos. Se acerca. La cadena de los perros. Ya está aquí. Que no crea que ésto va a quedar así. Me largaré. La llave. Ya entra. Ayúdame, Dios mío. Que todo salga bien. Me largaré. Que se pudra aquí, solo, ese diablo y que sus propios perros den cuenta del cadáver. Sí, es él. No matará al niño, como a mi madre. Espera Efigenia, espera a que llegue el momento. No te precipites. Tienes que aguantar cuerda. Y firme, por el niño. Limpia tu propia mierda, Cándido. Ya no me puedes. Lo sabrás cuando no esté.
𝘔𝘢𝘳í𝘢 𝘎𝘶𝘵𝘪𝘦́𝘳𝘳𝘦𝘻

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