Ir al contenido principal

 


Al despertar comprendí que se trataba de una señal.⁣
Supe que era ella y regresé a buscarla. Tropezamos⁣ en la esquina de la farmacia y nos fundimos en un⁣ abrazo grande, sin miedo a las reinas del postigo, y⁣ no nos separamos. Busqué sus ojos para saludarla⁣ y hallé sus labios. Calientes. Jugosos. La besé y me⁣ embrujó. Un beso largo que me fundió como mantequilla.⁣
Comencé a tocarla, para reconocerla, y la⁣ apoyé en la pared de la botica. Acaricié sus pechos⁣ mientras buceaba en su boca. La agarré con fuerza⁣ por la cintura, le sobé el culo, volví a sus tetas sin dejar⁣ de presionarla contra el muro.
No nos habíamos⁣ dicho ni una palabra. Me aparté apenas y, sin soltarla,⁣ con un gesto de la cabeza, le señalé hacia su⁣ casa. Caminamos sin separarnos, como barcos abarloados⁣ por el temporal. 
Ya a cubierto le fui quitando⁣ la ropa. Quería ver su cuerpo moreno, acariciarla y⁣ lamerla lentamente. Se dejó y nos quisimos mucho.⁣
Cuando llegué al pueblo se había casado con el⁣ médico. Sigo soñando con ella.⁣

𝘔𝘢𝘳í𝘢 𝘎𝘶𝘵𝘪𝘦́𝘳𝘳𝘦𝘻⁣⁣⁣⁣⁣⁣

Comentarios

Entradas populares de este blog

  Leyendo el pasado 6 de abril en el II Festival Internacional de poesía Baltasar Espinosa de Gáldar. Un total de 65 poetas se dieron cita a partir del viernes, 5 de abril, en la ciudad de Gáldar, con motivo de la celebración del II Festival de Poesía Baltasar Espinosa, que tuvo lugar hasta el 7 de abril en diferentes espacios de la ciudad. El Festival, que lleva el nombre de Baltasar Espinosa en reconocimiento a la obra poética del autor natural de Gáldar, contó este año con la participación de más de sesenta poetas de diferentes puntos del Archipiélago y la península, veinte más que en su primera edición, quienes compartieron sus creaciones poéticas con el público asistente en el transcurso de las siete sesiones de lecturas que se celebraron a lo largo de las tres jornadas del II Festival. Para leer más: El II Festival de Poesía Baltasar Espinosa congrega a más de 60 poetas en Gáldar – REVISTA TARA

Saludos de Canarias a las poetas de Vista Alegre

El arco iris en mi baño Cada diciembre durante unos días luce el arco iris en mi baño. Hay que acecharlo. Llega desde el fondo del pasillo; entra por una hendijita de la puerta del jardín hasta la pared,   y avanza despacito hasta perderse en la esquina, de abajo a arriba, desde el oeste al oriente, al revés -ya sabemos por qué-, pero pinta el frío de colorines, y me da por pensar que trae la esperanza, con el calor de la luz, y entonces sé que un día escampará.